Las características constructivas de la gran sala que albergaba la fundición de cañones (espesor y continuidad de los muros cortina), datan esta ampliación del baluarte de Santa María en la misma fase del siglo XVI que el emplazamiento principal. De la planta original, solo queda el "pozo de fuego", que, ubicado en el nivel más bajo, alimentaba las cámaras de fusión; Como es evidente, faltan las superestructuras de mampostería refractaria y los marcos de madera más perecederos para los trabajos de soporte.