La sala está marcada por dos arcos apuntados colocados para sostener el techo de madera. Una sala más pequeña, con un solo arco ojival, adyacente a la sala principal, y conectada a ella por un portal del siglo XIV, completaba la residencia de la Domus. En la pequeña habitación un magnífico ventanal de piedra blanca con un perfil ojival muy acentuado, muy deteriorado, da gracia, luz y dignidad a partes iguales.
Terranova C.P. La città murata Dalla visita al "memorabile viaggio.", in Milazzo Nostra n. 28-29 - Marzo - Luglio 2011 p. 25