La planta baja está totalmente revestida de aserradero liso que incorpora las sencillas aberturas de la puerta (apenas marcada por el escudo) y de los talleres; cinco elegantes balcones se abren en el piso noble y el ático está coronado con acróteros y paletas estilizadas. En el interior hay un edículo de mármol votiva del siglo XVIII, dos retratos elípticos de Ugo Francesca Maria Proto (1738) y Francesca Proto Patti (1753), una estatua también del siglo XVIII que representa la abundancia. Fue la residencia de importantes personalidades: en 1622 Emanuele Filiberto di Savoia, en 1806 Fernando III de Borbón (exiliado de Nápoles reocupada por las tropas napoleónicas) con el príncipe heredero Francisco I y su hermano Leopoldo de Borbón, en 1860 Garibaldi recibió allí a Agostino Depretis y Francesco Crispi y fue sede de su cuartel general. El mayor lustre al edificio fue dado por el alquiler en una de sus alas, en el siglo XVIII, de la Academia Literaria de los Ereini.