
Autor: Filippo Quattr’occhi (Gangi 1738 – Palermo post 1812)
Fecha: Fin sec. XVIII
Material: Madera tallada, pintada y dorada
Dimensiones: cm 186x62x59 (San José), cm 114x39x33 (Niño)
Lugar: Milazzo, iglesia de San Giuseppe
Conservado en la iglesia epónima de Milazzo, fundada por el sacerdote capuchino Francesco Perdichizzi en 1565, «en tiempo que infestaba en la ciudad la peste», el grupo estatuario, representa a San José parado en el acto de llevar por las manos a Jesús niño, según una iconografía bastante convencional y difundida, codificada a partir de la segunda mitad del siglo XVI y relacionada con el impulso dado a la devoción hacia el padre putativo del Hijo de Dios, por la Orden Carmelita y los escritos de Santa Teresa d’Avila, para ver al Santo venerado por la Iglesia Católica con el culto de protodulia, reconociendo en su figura un gran medio de comunión con Cristo, hasta el punto de empujar posteriormente al pontífice Pío IX a proclamarlo patrono de la Iglesia universal, con el Decreto Quemadmodum Deus del 8 de diciembre de 1870. Representado como guía atento de Jesús, San José está provisto del tradicional bastón (elemento de factura modesta y reciente), atribuido, en este tipo de iconografía, precisamente al viandante, con referencia al viaje realizado hacia Belén y a la huida a Egipto, y claramente alusión al secado que según la tradición apócrifa – retratada por el protoevangelio de Santiago y luego también en la Leyenda áurea de Jacopo da Varazze – habría florecido milagrosamente para indicar al elegido por Dios como esposo de María, como la germinación verde apical que lo connota inmediatamente.